Las Navidades siguen siendo una fecha de reencuentros y celebraciones. El cliente quería recuperar la ilusión de celebración y el detalle de regalar algo en estas fechas. El juego y la sorpresa que generan las ventanas del calendario de chocolatinas de adviento, que nos regalaban de pequeños, es lo que se buscó pero incorporando sus 24 cervezas artesanas.
Esta vez el trabajo se centró directamente en el embalaje secundario, con el mimo gráfico que siempre damos al embalaje primario. La caja no sólo era un contenedor de 24 botellas: la caja en sí se convirtió en un tablero para jugar. El resultado fue una enorme caja con 24 ventanas pretroqueladas que te permiten descubrir 24 nuevos sabores de cerveza artesana local hechas en la comarca del Bages. ¡Gracias Guineu! Ahora la Navidad se ve y se bebe de otra manera.